viernes, 4 de mayo de 2012

sexualidad y las cuatro potencialidades


                                                                                         La sexualidad y las cuatro potencialidades

La sexualidad es una parte integral del ser humano, que se encuentra presente y manifiesta –de uno u otro modo- desde el nacimiento y no desaparece hasta el momento de la muerte. La sexualidad es el resultado de la integración de cuatro potencialidades: el género, las vinculaciones afectivas, el erotismo y la reproductividad.

1. EL GÉNERO
En la evolución de los seres vivos apareció en cierto momento el sexo, es decir, el hecho de que en una misma especie aparecieron dos formas. Los científicos le llaman a esta cualidad de los seres vivos dimorfismo, que quiere decir dos formas. La base biológica del género es el dimorfismo.
En el caso de los seres humanos, la asignación del género ocurre en el nacimiento, la base de la asignación es a partir de un cuerpo sexuado, con el que se nace. En ese momento empieza también el proceso de su construcción social, en el cual la sociedad va enseñando los patrones de comportamiento al cual fue asignado. En este contexto, el género es un sistema de creencias, actitudes, valores, formas de comportamiento y maneras de ver el mundo que se aprenden desde el nacimiento, a través de la familia y en general de la sociedad, y que son muy variables, de cultura a cultura y de acuerdo a la “etiqueta” que se nos ponga: hombre o mujer. En casi todas las sociedades se le da diferente valoración a los hombres y las mujeres, siendo, por lo general, éstas devaluadas y aquéllos sobrevaluados. Esto hace que las relaciones entre hombres y mujeres no sean equitativas, que involucren al poder y se expresen múltiples desigualdades en todos los ámbitos de la vida.

2. LA VINCULACIÓN AFECTIVA
Ninguna consideración sobre lo sexual puede estar completa sin incluir el plano de las vinculaciones afectivas entre los seres humanos. El desarrollo de vínculos afectivos es resultado de la particular manera en que la especie humana evolucionó: a mayor tiempo de desarrollo, mayor necesidad de cuidado. Una vez rotos los vínculos físicos prenatales, la presencia de afectos intensos relacionados con los otros constituye en la forma de garantizar el cuidado y el desarrollo. La especie humana tiene un tiempo de desarrollo del individuo adulto extremadamente prolongado, el cuidado parental y la permanencia de apoyo entre padres se traduce en estabilidad y aumento de las posibilidades de la especie de permanecer en el mundo.
Por vinculación afectiva entendemos la capacidad humana de relacionarse gracias a que los efectos provocados por los otros, (o por el o la otro/a) son lo suficientemente intensos para tratar de mantenerlos o evitarlos, así como las construcciones mentales, individuales y sociales que de ellos se deriva. La forma más reconocida de vinculación afectiva es el amor, en todas sus manifestaciones, por ejemplo: el amor filial, manifiesto con los padres y la familia; el amor fraternal que se expresa en las relaciones interpersonales de amistad y compañerismo o el amor erótico que se revela en las relaciones de pareja.

3.- EL EROTISMO
El erotismo es un elemento de la sexualidad que nos remite al placer de las experiencias corporales (individualmente vividas o, más frecuentemente en interacción con otro), en las que se presentan los procesos de activación de respuesta genital y corporal. Por erotismo entendemos: los procesos humanos en torno al apetito por la relación sexual, la excitación misma y el orgasmo, sus resultantes en la calidad placentera de esas vivencias humanas, así como las construcciones mentales alrededor de estas experiencias.
En la adolescencia suelen surgir las primeras manifestaciones del amor erótico, en un primer periodo el amor se coloca en figuras distantes e inalcanzables. Esta relación florece exclusivamente en el ámbito de la fantasía, aspecto de gran importancia en la vida de todo ser humano, pero más aún en la adolescencia. En ella se pueden crear y recrear un sinnúmero de encuentros románticos, que pueden ser ensayados una y otra vez por el ensoñador. La figura amada se coloca en situaciones diversas, de cortejo y culminación sexual sin mayores consecuencias. En un segundo periodo, los adolescentes colocan el amor en una persona cercana y alcanzable, generalmente la elección se hace entre los grupos de amistades. Conforme evoluciona la relación, la pareja busca oportunidades para estar a solas, en esta etapa las expresiones de amor pueden ser muy variables, desde besos y caricias, hasta llegar incluso a la relación sexual.

4. LA REPRODUCTIVIDAD
La potencialidad de reproducirnos es consecuencia directa del hecho de ser seres vivos. La sexualidad humana, se ha desarrollado con sus múltiples niveles de manifestación y de organización e integración como resultado de la necesidad de la especie humana de reproducirse eficientemente.
Por reproductividad se quiere decir: tanto la posibilidad humana de producir individuos que en gran medida sean similares (que no idénticos) a los que lo produjeron, como las construcciones mentales acerca de esta posibilidad. La importancia de que la reproducción no genere réplicas exactas es lo que posibilita la variabilidad de los individuos de una especie, en este caso la humana.
La potencialidad reproductiva está asociada a la fertilidad, que es la capacidad para tener hijas o hijos. La fertilidad es posible en un periodo que va de los 11 a los 50 años de edad, aproximadamente. Este periodo puede ser regulado de diversas maneras para decidir cuándo, con quién y cuántos hijos tener.











































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